Y cómo no iba a haberlo. En el mundo del deporte hay sitio para ella, para él, para el peque, para el yayo, para el primer, para el último, para el cachas y para todo el que quiera participar. Aun así debes tener algo claro, en una competición solamente hay un sitio para el ganador. Aunque en ella participen cientos de miles de corredores. Es cosa del fastidioso reparto de cualidades físicas. No te lo tomes demasiado enserio.
¿Quieres saber cuál es mi punto de vista?
Yo también he sido el último a veces pero… alguno debe ser. No te frustres ni dejes que eso te quite el justo derecho de disfrutar del deporte. Piénsalo bien: ser el último significa estar mucho más tiempo sobre el asfalto, lo que significa disfrutar más que los demás y amortizar el dinero de las zapatillas. ¿Mola o no?
Además, a los primeros nadie les apoya. Somos nosotros, los últimos, quienes nos llevamos todos los claxonazos de la gente que nos anima y nos motiva. ¡Como si fuéramos estrellas!
En definitiva, lo que intento transmitirte con esta entrada es tan sencillo como que, aunque seas el más lento, al menos lo haces. Otros no pueden decir lo mismo. ¿Quién sabe? Quizás mañana ya no seas el último…
Leyendo el título de la entrada, pensé que llevaba mi nombre, no siempre llego de última, pero casi siempre, soy más lenta que el caballo del malo, jajajaja, pero como tú bien dices: lo importante es ir, sentados en el sofá haríamos menos, muchas gracias por tu ánimo, llevo tiempo sin correr y precisamente esta semana voy a ir un día y me acordaré de tu frase cuando esté corriendo, besos
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